Como ya saben viajé a Guatemala para participar en el XIII Congreso de Mujeres Líderes Guatemaltecas y aproveché para darme una vuelta por la ciudad de Antigua, ¡qué belleza! aquí les cuento lo que encontré.

Llegué ahí por carretera porque mi avión aterrizó en la ciudad de Guatemala y realmente no tuvimos problema en llegar, las carretaras son muy pádres.

El nombre real de esta bella ciudad, que en un tiempo fue la capital del país, es La Antigua Guatemala y fue fundada en 1524, en las faldas del Volcán del Agua.

Esta ciudad ha sido escenario de varias películas de Hollywood debido a su belleza pero dicen que también fue la inspiración del escritor de El Principito, ¿se acuerdan de Antoine de Saint-Exupéry? Seguro leyeron esta obra cuando estaban en la escuela. ¡Este escritor vivió en Antigua! Una calle de tantas de Antigua, ciudad de Guatemala

Cuando uno pasea por esas calles empedradas y ve tantos y tantos edificios históricos, me cuesta trabajo creer que ha sido dañada por la naturaleza en varias ocasiones como terremotos y torrentes del Volcán del Agua, ¡imagínense todo lo que había antes!

 

En fin, cada rincón, cada calle, cada edificio, esta ciudad tiene 23 conventos históricos, de hecho me quedé en uno de ellos, Casa Santo Domingo, que fue alguna vez uno de los conventos más grandes de Latinoamérica y donde en la época virreynal, la ayuda española se concentraba en este lugar, ¡imagínense!

  Mi primera parada fue conocer el fantástico Cerro de la Cruz, donde fue construida una hermosa cruz, en la cual los habitantes acostumbraban acudir a rezar cuando algo malo ocurría. Una belleza ver la ciudad desde este lugar porque se puede admirarla en plenitud junto con el Volcán del Agua.

 

  Por cierto, como ya les comenté, Antigua fue construida en las faldas del volcán, cuyo nombre viene a raiz de los torrentes de agua que bajaron en 1541, destruyendo edificios y matando a muchos ciudadanos. Después de disfrutar una maravillosa vista, bajamos hacia la ciudad y recorrimos sus calles, todas empedradas, pero lo que más me encantó fue ver a su gente, no importa que esta ciudad sea 100 por ciento turística, aquí puedes ver tantas personas de diferentes tribus, es algo que no vemos, por ejemplo en México. La guía turística me comentó que probablemente, la razón por la que existen muchos indígenas en comparación con otros países, es porque durante la conquista no hubo grandes matanzas de indígenas porque cuando los españoles llegaron, ellos buscaban oro y los indios se lo dieron sin luchar, porque no les interesaba el metal porque en realidad, lo valioso para ellos era el jade, una piedra que nunca interesó a los conquistadores. El Arco de Santa Catalina es uno de lugares representantivos de Antigua y fue construido en 1693 para que las religiosas del Convento de Santa Catalina Mártir pudieran dirigirse, sin ser vistas, hacia la construcción al otro lado de la calle y la razón es porque este sitio religioso tenía el caracter de reclusión, es decir, las mujeres ahí hospedadas se quedaban sin volver a salir jamás. Interesante, ¿verdad?

  Un dato curioso, por ley, las casas en Antigua, que eran construidas con piedra ladrillo y cemento mezclado con trigo machado, son de un solo piso pero existen pocas de dos pisos, como la Casa de los Leones, que eran de españoles ricos.

  Y bueno, me fui a visitar también la Plaza Mayor, que está rodeado de cuatro edificios administrativos, y claro, históricos pero lo que más me gustó fue la gente, todos bien amables, alegres. Las mujeres espectaculares, bellas y con vestuario súper colorido. El ambiente en la Plaza Mayor de Antigua es espectacularTambién visité la iglesia La Merced con una arquitectura espectacular. ¡Qué belleza!

También fuimos al lavadero público, donde hace siglos las mujeres iban a lavar la ropa en ese lugar porque no tenían posibilidad en casa.

Por cierto, lo que me llamó mucho la atención también fue el transporte colectivo, los llamados camiones polleros ¡qué bellos! Yo me subí a uno de esos hace poco en Miami, porque organizan fiestas dentro de ellos pero verlos en su real uso en Antigua, fue totalmente una delicia. Todos los que vi estaban súper limpios y de colores brillantes.

  Y qué les digo de la comida, fui a un restaurantito pequeño famoso por servir la comida tradicional y fue una delicia. No puedo mostrarles cada cosa que vi porque lo haría en un espacio muy largo, pero quiero decirles que me quedé enamorada de Antigua y seguro regresaré con toooooda mi familia. ¡Los quiero!