Luego de cinco años distanciadas, y de sorpresivas e hirientes declaraciones de ambas, Alejandra Guzmán al fin se reencontró con su hija Frida Sofía, ahora que viajó a Miami para participar este jueves en Premio Lo Nuestro.
En entrevista con Despierta América, la rockera comentó que ha seguido sintiendo la presencia de su madre Silvia Pinal, pero ya no sólo en algunos conciertos, sino en otros momentos, y ejemplificó el más reciente.
"Ayer estuve con Frida y de repente se cayó un espejo pero no se rompió, y arriba en la pared está la imagen de mi madre. Y yo traje un nicho muy chiquito que se hace a mano, lo abres y ahí está la imagen de mi madre, y lo puso ahí (en el espejo) y lo loco es que no se rompió".
El reencuentro, consideró, fue gracias a su madre Silvia Pinal, recientemente fallecida.
"Cuando tú trasciendes puedes dejar una energía tan grande que es como una gran ola, que a veces te sube y a veces te hunde, pero que tienes que aprovechar para volver a salir a ver lo bonito de la vida".
Calificó el haber vuelto a ver a su hija como "mágico", pues confesó que tenía 3 años de no hacerlo.
"Es mi luz, es mi vida, es lo que más amo en la vida. Yo la tuve en el mejor momento de mi carrera y la tuve porque yo la quería, y es un producto de un gran amor", aseguró.
Alejandra quiso agradecer a Frida por acceder a este reencuentro.
"Le quiero agradecer el tiempo, el espacio, la honestidad, el que seamos de la misma sangre, de la misma casta... pero también tenemos esa misma sangre rebelde y juvenil. También la comprendo porque así era yo", reconoció.
A insistencia de los presentadores, la intérprete de Bye, Mamá ahondó más en cómo fue el reencuentro.
"El abrazo duró como media hora", contó. "Lloramos, reímos, nos mandamos esas tonterías (emojis) y nos reíamos".
"Me dijo: 'aquí estoy'. Y yo le dije: 'te necesito, te extraño".
La cantante comentó que este distanciamiento se prolongó en gran parte porque "todo mundo se metió donde no debe y no le importa", dijo. "De repente juzgan mucho, pero a final de cuentas es mi hija, y nadie la conoce mejor que yo que la parí".
CINCO AÑOS DE DIMES Y DIRETES
El conflicto entre Frida Sofía y su familia comenzó a intensificarse en 2019, cuando la joven hizo públicas sus diferencias con su madre, a quien acusó de haber tenido una relación con uno de sus exnovios y de no haber sido una madre presente durante su infancia.
La situación se tornó aún más delicada en 2021, cuando Frida Sofía denunció públicamente a su abuelo, Enrique Guzmán, por presunto abuso cuando era niña, lo que generó un fuerte escándalo mediático y una fractura definitiva con su familia materna.
En entrevistas pasadas, Frida expresó sentirse desplazada y poco valorada dentro de la dinastía Pinal, sugiriendo que había sido tratada como "la oveja negra" de la familia.
A lo largo de los últimos tres años, Frida Sofía mantuvo una postura firme en su separación familiar, enfocándose en su vida en Estados Unidos y evitando el contacto con su madre y el resto de los Guzmán-Pinal. Sin embargo, el reciente reencuentro con Alejandra Guzmán marca un posible acercamiento tras años de declaraciones públicas y conflictos que parecían irreconciliables.
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