Detrás de más de cuatro décadas de éxito, Coque Muñiz confesó haber conocido la cara más dura de la crisis. El cantante contó que atravesó una etapa económica tan complicada que se vio obligado a empeñar objetos de valor en el Nacional Monte de Piedad.
En entrevista con la periodista Matilde Obregón para su canal de YouTube, el hijo de Marco Antonio Muñiz recordó ese episodio que se desencadenó durante la pandemia de Covid, en 2020 y del que no recibió apoyo de ninguno de sus amigos.
"Todos pensamos que íbamos a dejar de trabajar un par de semanas, un par de meses, no mucho. Pero no te prepares a 2 años y medio sin trabajar", dijo el intérprete de La Otra Parte de mí y Por Amor. "No había un solo lugar para trabajar. Pasan los meses, pasan las semanas y se empieza a hacer una bola de nieve que, por no haber previsto, de repente empecé a sentir que se me caía el mundo.
"Y a vender, a vender lo que se pudiera, coches, joyas, todo antes de que se enteraran en mi casa que estaba pasando por un mal momento. Por primera vez conocí el Monte de Piedad. Todo lo que tenía de valor se fue y nunca regresó. ¿Cómo lo pagaba? Perdí todo lo que tenía por aguantar y decir: 'Yo puedo, yo puedo no pedirle a nadie'. 'Yo tengo que salir, yo tengo que salir y tengo que salir'".
Coque, quien inició en la música a los 10 años de edad cantando en los coros de Armando Manzanero, detalló que tras analizar su estatus financiero se dio cuenta que estaba a punto de perder su casa y su desesperación creció.
"Me doy cuenta que yo ya traía una deuda de banco con la hipoteca de mi casa, empezó a generarse y a generarse. De una deuda pequeña se hizo un monstruo de deuda", dijo. "Hablé con el banco y ya el último mensaje fue que en tal día en el juzgado; o se cierra el pago del monto total o te quita la casa.
"Había mucha gente que yo pensé que me iba a levantar el teléfono, pero todo mundo era de 'háblame mañana', pero no era culpa de nadie, sino mía porque debí haber previsto".
Fue entonces que en una reunión con su abogada en un restaurante un desconocido se acercó a él y tras enterarse de lo que le pasaba le ofreció un préstamo para pagar la totalidad de su deuda.
"Me presentan a una persona que se sienta conmigo en un restaurant y yo le platico a mi abogada lo que estoy pasando y me puse a llorar y este cuate sin conocerme me dijo: '¿Qué tienes que estás así?... ¿Cuánto debes? Yo te lo presto'. Sin conocerlo me prestó para pagar mi deuda.
"Yo pongo esa balanza y digo, ese cuate para mí es mucho más importante que los 20 que fueron a chupar (beber) a mi casa, porque no me conocía y he tratado de corresponder con su amistad. Lo que él hizo nunca se lo voy a poder pagar.
"Volví a empezar de cero, hice una limpieza en mi vida como fuera tarjetas y empezar de nuevo, a pagar todo. Y el público ha sido bien importante. Sigo sin dejar de trabajar", reconoció Coque Muñiz.
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