Mirenchu Araceli, mi mejor compañera de viaje: Me acompañaste a muchos rincones del mundo, aprendiendo de sus historias, de sus bellezas y de sus religiones; comiendo en puestecitos o en los mejores lugares… Tomando el más fino champagne o una cerveza bien helada.

Siempre con su cámara, captaba cada detalle de nuestros viajes, como de éste, en la India
Aquí en China, pasando momentos inolvidables que siempre estarán conmigo

Viajamos por el mundo en avión, carro o camello. Y hasta en un globo te subí. Gracias a mi noción de orientación (o falta de) nos perdimos en Alemania, Japón, China, Egipto o Cambodia, Argentina, Perú, Nueva York o México… ¡Pero cómo nos gustaba descubrir sitios nuevos!

En uno de los templos en Japón anduvo dándoles de comer a estos venaditos que casi la asaltaron, pues andaban robándole la bolsa
En nuestro viajes me gustaba que Ara disfrutara cada momento juntas

Fuiste conmigo a los Desfiles de las Rosas, presentaciones especiales, en vivos con Despierta América y juntas vivimos la experiencia de la Casa Blanca ¡con todo y apretón de manos del Presidente!

Me acompañó a un festejo al que me invitaron en la Casa Blanca

A todos lados con tu fiel compañera, tu cámara, siempre fuiste una artista natural captando momentos tan mágicos y especiales con tu lente. Tus historias tan coloridas de nuestras aventuras que a todos hacías reír.

A lo largo de mi vida siempre fuiste amiga, confidente, hermana y mi mamá… Los mejores consejos… hasta el hombro para llorar… lo que yo veía gris tú le ponías color.

Con mi familia, en un vuelo a Oriente, la pasamos muy padre
Yo me tenía que arreglar para lucir bien junto a ella, que siempre se veía guapísima

En este viaje llamado vida me tocó despedirte justo antes de tu viaje final… fue un adiós que duro 14 meses en donde vi cómo lentamente te apagabas. Reímos, lloramos y nos preparábamos para lo inevitable. Y hablando de todo para que no quedara nada pendiente, te dije cuánto te quiero y tú a mí.

Desde muy jovencita andábamos de aquí para allá, conociendo lugares
Recuerdo muy bien esta selfie que Ara se tomó en un restaurante de la India

Pero nada ni nadie te puede preparar para un viaje así… Cuando diste tu último suspiro me di cuenta que me faltaba lo más importante de preguntarte: Ahora que no estás, ¿que voy a hacer?

Tengo un gran vacío en mí...

Con Ara y mi hermana Danica, las tres mujeres de la familia, cuando me acompañaron a una sesión de fotos en Nueva York

Te extraño.

Gracias por permitirme acompañarte hasta la salida de embarque, fue un honor y privilegio haber estado ahí. Sé que tu luz y amor seguirán conmigo… Te quiero mucho. Gracias por haber sido mi mejor compañera de viaje.

Nos dimos la asoleada, pero conocimos cada rincón de las ruinas de Egipto
Nunca podía faltar la selfie, como aquí, en uno de los tantos conciertos a los que me acompañó

 

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