Renuente a recordar los últimos momentos de vida de Julián Figueroa, Imelda Garza Tuñón, quien fuera su pareja por casi 10 años, por fin contó a detalle lo que sucedió una noche antes y la mañana que encontró muerto al cantante... pero sobre todo algo que jamás olvidará: su olor.
Entrevistada en el podcast Sin Vergüenza, que el reportero René Gómez comparte en YouTube, la actriz y cantante de 27 años reveló que aquel fin de semana de abril de 2023, el hijo de Maribel Guardia tenía mucha ansiedad ocasionada por sus adicciones, algo que dijo, él no podía controlar.
"Yo siempre decía: 'lo va a lograr, lo va a lograr", pero al no poder hacerlo, agregó, Julián entristecía tanto que se encerraba en su cuarto por días.
"Ya no quería salir para nada, ni siquiera platicar, apagaba el teléfono tres días y aunque supiéramos que estaba ahí encerrado y le tocábamos y contestaba, sabíamos que no quería hablar", dijo, por lo que decidió dejar que por sí solo entrara en razón, pues a ella no le haría caso.
Hasta que llegó el momento en que el cantante, una noche antes de su fallecimiento, comenzó a alucinar tanto a causa la ansiedad y su problema con las drogas, que decía ver serpientes por todos lados. Fue tanto el miedo que infundía, contó, que contagió a su hijo José Julián, de entonces 5 años.
"El día anterior fui al cine con José Julián, con mi bebé. Julián no quiso ir porque se sentía mal, tenía mucha ansiedad y al día siguiente era el aniversario luctuoso de su papá. Esto fue un viernes, el sábado él estaba mal, subió al cuarto y dijo que estaba viendo serpientes, serpientes en todas partes, y empieza a asustar José Julián.
"Le dije: '¿Sabes qué? Bájate, no estés en el cuarto, lo estás asustando mucho, velo, lo estás haciendo llorar. O sea, está muy preocupado porque tú eres su papá, que eres el fuerte y lo estás asustando'. Luego bajó al cuarto de su prima Maribel y le dijo lo mismo, luego le preguntó por nosotros, o sea que no se acordaba que nos acababa de ver. Se fue a su cuarto y ya fue lo de hasta el siguiente día".
Durante la entrevista Imelda se mostró abierta y dispuesta a hablar de lo que el reportero le preguntara; incluso comió papas fritas que pusieron como botana en la mesa y hasta usó su vapeador cuando habló de cómo lidió con las adicciones de Julián.
Pero al llegar el momento de abordar la muerte del hijo de Joan Sebastian, específicamente cuando René Gómez le preguntó si ella fue quien lo encontró sin vida, su rostro se tornó serio y no dejó de moverse en su silla giratoria.
"Yo entré (a la recámara). Sí, pero fue terrible, no me gusta hablar de eso... Ya lo he dicho en tres dictámenes psiquiátricos, psicológicos, a la policía, o sea, ya estoy harta de eso".
Cuando el reportero dijo entenderla, pues esa será una imagen que la acompañará por siempre y que tendrá que aprender a sobrellevar, la viuda del cantante lo interrumpió revelando lo que nunca superará.
"El olor, sobre todo el olor, es que el olor la gente no se imagina, o sea, el olor no es como de esos olores como si te digo café y tú recuerdas el olor a café. Bueno, yo recuerdo ese olor cuando me lo mencionan, entonces es muy feo", expresó Imelda para terminar la entrevista.
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