Ayer, Laura Bozzo arribó a la Ciudad de México con el rostro completamente cubierto luego de haber viajado a su natal Perú para someterse a un rejuvenecimiento facial.
La presentadora de televisión, quien apenas el pasado lunes 19 de agosto llegó a los 73 años, viajó hasta el país andino para ponerse en manos de su cirujano estético, Otto Cedrón, para que le aplicara colágeno e hilos tensores.
En exclusiva, Laura compartió el momento de su intervención con las cámaras de En Casa con Telemundo, y antes de ingresar al quirófano, dijo que su intención es verse más joven sin quedar irreconocible, y estar lista para su entrada a La Casa de los Famosos All-Stars que produce dicha televisora.
"He visto cada barbaridad en artistas que se ponen unas bolas acá (en los pómulos) o que se jalan demasiado, o que le cambian la cara y a mí eso no me gusta", comentó quien fuera la conductora del programa Laura en América.
El procedimiento requirió llevarse a cabo en el quirófano, pero sólo duró cerca de una hora y media y requirió que el cirujano le administrara a Laura anestesia local.
De acuerdo a Cedrón, a Bozzo le fue colocado un generador de colágeno en el rostro y en el cuello, y también hilos tensores cuidando siempre la parte estética de la conductora de televisión para que sus facciones no se vean abultadas.
"Vamos a colocar inductores de colágeno, estos inductores de colágeno van a trabajar la parte interna de la piel de Laura", explicó el médico.
"La gente pierde la sensibilidad de lo estético y creen que cuanto más hinchadas estén se ven mejor ante el espejo", afirmó el especialista.
En cuanto salió de la intervención, Laura Bozzo notó cambios en su cara; pero de acuerdo a Cedrón el rejuvenecimiento se notará dentro de 30 días.
NUNCA HE ACEPTADO MI EDAD
Antes de partir a Perú a realizarse el procedimiento estético, Laura Bozzo reconoció que le cuesta aceptar su edad, pero que su gran problema era su "cara de momia".
"Yo tengo transedad, ¿sabes lo que es?", preguntó al reportero. "Que nunca he aceptado la mía (edad), yo juro que tengo 40, me vale tener 70, 73, yo feliz", comentó.
"Tengo un problema grave: la cara de momia… Voy a grabar el procedimiento para que vean cómo sí se puede rejuvenecer sin cambiar la cara, porque veo muchas mujeres que se están operando y ya son otras personas, entonces yo no quiero eso".
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