Erika González, una de las presentadoras del programa de espectáculos De Primera Mano, se convirtió en noticia de su propio espacio informativo y llorando anunció su divorcio.
Luego de las diversas especulaciones entorno a su matrimonio con el chef italiano Giuseppe Lo Buono, la periodista regiomontana de 42 años tomó el valor de acallar rumores, y sin poder contener el llanto, leyó un comunicado que ella misma escribió para contar su historia a los televidentes.
"Ahora me toca a mí contarles algo mío, es personal, me cuesta muchísimo hacerlo. Han sido para mí meses súper complicados, por eso lo escribí, si no, no voy a poder hablar… quiero hablar con respeto, con apertura", dijo la conductora de espectáculos. "He decidido terminar mi matrimonio. Quiero aclarar que no fue una decisión impulsiva, no fue sencilla, pero sí muy necesaria.
"Estuve en una relación de 3 años, con una boda que fue pública y la compartí con mucho amor, pero mis días han sido muy difíciles, con situaciones complicadas, algunas sumamente dolorosas que no tienen nada qué ver con ninguna distancia, no tienen nada que ver con territorios ni con prioridades mal puestas, sino todo lo contrario".
Érika dio la noticia luego que creadores de contenido informaron que se encontraba en proceso de divorcio, a un año de haberse casado legalmente en Monterrey y por lo religioso en Sicilia, en la Parrocchia San Nicola di Bari, en un enlace que en su momento ella misma compartió en sus redes sociales.
Hace unos días, el periodista Michelle Rubalcava comentó en su canal de YouTube que el motivo del divorcio entre la presentadora y el chef fue la distancia, porque por motivos de trabajo él vivía en Monterrey y ella en la Ciudad de México.
"Me vengo enterando de que el marido la dejó, estaban de lejos, él en Monterrey y ella en la Ciudad de México. No se aguantaron, él ya se regresó a Monterrey y ya están con el tema del divorcio, que ya la dejó", comentó el Rubalcava.
Debido a las especulaciones, Érika González aclaró con la voz entrecortada que la distancia no tuvo nada qué ver, pero reconoció que recurrió a terapia para ayudarse a salir de la situación a pesar del dolor que aún siente.
"Hoy esa etapa se cerró, la dejo atrás, con su intensidad, con sus desafíos y con una historia que no me representa pero que sí es mía. Estoy enfocada en sanar, tengo un acompañamiento terapéutico maravilloso, en seguir adelante con valentía porque hay que ser valiente cuando ya no se puede más.
"Estoy bien, aunque duele, estoy en paz con la decisión, ha sido muy triste, pero también ha sido muy liberador. Me quedo con lo aprendido, con la fuerza que da atravesar algo así”, dijo al mismo tiempo que agradeció el respeto y cariño que su equipo de trabajo y el público le han dado en este proceso.
Al finalizar su mensaje, Gustavo Adolfo Infante le preguntó si habría vuelta atrás, pero Érika le respondió que el divorcio es ya un hecho, a lo que el periodista respondió con un fuerte respaldo.
"(Érika González) Es nuestra y a los nuestros se les protege", subrayó.
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