Luego de varias semanas sin aparecer en El Gordo y la Flaca, el querido conductor Raúl de Molina rompió el silencio sobre su ausencia a través de una exclusiva con el sitio online People en Español. Y no fue por vacaciones, como algunos pensaban, sino por una complicación médica que lo llevó de urgencia al hospital.
El conductor explicó que hace un mes se sometió a una cirugía estética en el abdomen conocida como panniculectomía, un procedimiento que se realiza para retirar piel y grasa luego de una gran pérdida de peso. En su caso, fue el resultado de haber bajado más de 110 libras en los últimos años.
"Me quitaron en la operación 15.4 libras de pellejo y gordura que me caía en la barriga. No podía nadar, no podía hacer ejercicio. Me molestaba mucho".
Todo parecía marchar bien, hasta que empezó a sentirse mal. En plena recuperación en su casa, sufrió una hemorragia que lo dejó sin conocimiento. Fue su hija Mía quien notó lo que estaba pasando y llamó rápidamente al 911.
"Me senté en una silla que yo mismo había comprado y me desmayé. Me fui para atrás y me di en la cabeza. Perdí el conocimiento”, contó Raúl, quien agrega que su hija "quedó un poco traumatizada" al verlo en esas condiciones.
"Había perdido sangre por los lados en donde tenía las salidas. Cuando te operan te ponen unos tubos para drenaje y me tuvieron que poner transfusión de sangre y a las 10 de la noche de ese día decidieron que me iban a operar para limpiar por dentro y volver a cerrar".
Según relató, estuvo hospitalizado durante tres días, tiempo en el que recibió dos transfusiones de sangre.
"Me salvé de una sepsis. Si no me operaban en ese momento, la infección pudo haber llegado”, explicó el conductor, aún conmovido por lo vivido.
Y TODO POR HACERLE CASO A OTRO DOCTOR
El Gordo reconoce que la complicación le vino por querer acelerar su recuperación, volviendo a caminar 2 millas durante diferentes momentos del día dentro del complejo donde vive, y tomando un desinflamatorio que otro médico, no el que lo operó, le recomendó, y que le adelgazaron la sangre.
"Hay que asesorarse con su médico, hay que decirle a la gente que no esté bobeando como yo", reflexiona el presentador cubano.
Aunque originalmente se esperaba que reapareciera en el programa este lunes 17 de junio para explicar lo sucedido, Raúl aún no está completamente recuperado.
"Todavía no estoy bien. Estoy mejorando, pero no al cien. Me cuesta trabajo moverme y no tengo fuerzas para estar en televisión", confesó a People en Español.
Durante su recuperación, ha estado acompañado por su esposa Millie y su hija Mía, a quienes agradece profundamente por haber estado con él en los momentos más difíciles.
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