A sus 50 años, Cristian Castro, además de revelar hace unos días que no le gusta hacer nada ni tampoco la vida adulta, volvió a ser tendencia tras recordarse una de sus costumbres muy particulares: beber leche en biberón por las noches.
La periodista Shanik Berman fue quien retomó la información que ya había revelado Gabriela Bo, quien fuera la primera esposa del hijo de Verónica Castro, y lejos de criticarlo la también conductora normalizó la conducta e incluso recomendó hacerlo.
"Yo también (lo he hecho), ¿tú no?", dijo a Manelik en el programa Faisy Nights de Unicable. "Cuando nacieron las nenas (sus hijas) tomaban todas mamila y entonces empecé a tomar mamila y es muy reconfortante… como que te regresa a tu mamá o cómo puede ser, no sé, pero es delicioso".
El comentario de Shanik fue retomado por medios y redes sociales en donde se recordó cuando en 2018 Bo, expareja de Cristian, reveló que el intérprete de Azul todas las noches le pedía a la señora del servicio que le preparara un biberón con leche.
Tras el señalamiento, Castro confirmó la información y además explicó que su gusto era por comodidad, y hasta incluso dijo que tenía planes de lanzar una línea de biberones para adultos.
"Lo de la mema (mamadera o biberón) me encanta… es comodísimo para cuando juegas a la Play, o estás en la cama o un sillón… en lugar de tener el vaso que se te va a caer. Aparte estoy queriendo hacer una como marca de memas como para adultos, te juro que es buena idea, me la dio una amiga esa idea y está bastante buena.
"La gente siempre se burla, pero no hay problema, yo sigo siendo chico, no me gusta crecer. Nunca me gustó realmente tanto esta onda de crecer, yo me quedé como en la secundaria. Ser adulto no me divierte", han sido algunas de sus declaraciones en varias entrevistas.
De hecho, cuando su hija Simone Candy estaba pequeña y su segunda esposa Valeria Liberman estaba embarazada de su hijo Mikhail Zaratustra, el "Gallito Feliz" era el que más disfrutaba cuando iban a pasear a los parques infantiles en Miami.
El cantante de Lloran las Rosas era el primero en subirse a los balancines para niños con resorte, en especial uno con figura de dinosaurio púrpura, como Barnie.
También le encantaba deslizarse por las resbaladillas, pese a que el área advertía que era exclusiva para niños.
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