Muchos de ustedes mencionarán el respeto, otros la confianza mutua, tal vez un buen número crea que tal factor es la buena comunicación, algunos dirán que el sexo satisfactorio y quién sabe cuántos responderán que no existe el amor eterno...
Lo que es cierto es que la mayor parte de matrimonios que han celebrado sus bodas de oro nos podrían dar su testimonio de tenacidad y perseverancia -dos grandes valores asociados al amor eterno- mencionando una virtud que tuvieron que cultivar, ineludiblemente, para mantenerse unidos: la paciencia.
No en vano el apóstol Pablo -quien escribió la más bella descripción sobre el amor en 1 de Corintios 13, la que se lee en todas las bodas religiosas- resalta la paciencia como la primera cualidad del amor.
"El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser...".
Ahora bien, la virtud de la paciencia también está implícita en la última parte del verso bíblico cuando el apóstol subraya que el amor todo lo sufre, todo lo espera y todo lo soporta. ¿Todo lo sufre y lo soporta? ¿Cuántos de ustedes creen que pueden lograr semejante objetivo, aparentemente tan inalcanzable, basándose en sus propias fuerzas y en su propia capacidad de amar? Muy pocos, si somos honestos, muy pocos.
Y es que, si pretendemos amar con un amor humano, limitado y voluble, las posibilidades de persistir en el compromiso de un AMOR ETERNO son mínimas. La única forma de lograrlo es con un AMOR SOBRENATURAL operando a través de nosotros.
¿Qué tal marcharían nuestros matrimonios si el que los guiara fuera el creador del amor? ¿Cómo funcionaría nuestra relación amorosa si nos dejáramos usar por Él? ¿Qué tal si aceptamos que Él nos purifique, nos refine y nos eleve en el camino del conocimiento y la práctica de su amor sobrenatural?
En mi opinión, la mejor forma de desarrollar la virtud de la paciencia -y cualquier otra virtud o valor moral- se da a partir del conocimiento y la práctica del AMOR AGAPE, ese AMOR SOBRENATURAL que todo lo perdona y todo lo soporta, aquel que viene de Dios, aquel del Dios de amor que vive en nosotros.
La Doctora Cecilia Alegría, la Doctora Amor, es experta en el área: El tema de la tesis de su Maestría es sobre el fenómeno del Online Dating, además de haber publicado 2 libros bajo el mismo tema, y fundar y dirigir el Club de Solteros Cristianos con sede en el Sur de Florida.
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