A casi 40 años de distancia, Jorge Ortiz de Pinedo recordó el regalo de cumpleaños que le dio a su madre en 1985, y que le costó la vida a ella y a su hermana.
Entrevistado por la periodista Matilde Obregón para su canal de YouTube, el actor y productor contó a detalle cómo un grupo terrorista palestino de Abu Nidal secuestró el avión en el que viajaban su mamá, la actriz y bailarina Lupita Pallás y Laila, hermana del actor, y que terminó en una tragedia que le costó la vida a más de 80 personas, ambas incluidas.
El director y comediante de 75 años dijo que su mamá siempre tuvo deseos de conocer Europa, por lo que, en cuanto pudo, le compró un tour por aquel Continente.
"Contratamos un viaje de dos meses con mi hermana; compramos todo: hoteles, pasajes, camiones, entradas a museos, todo. Yo me sentía muy feliz de darle a mi mamita ese regalo que ella quería".
"Curiosamente el único viaje que no se compró desde la agencia de viajes era (a Egipto) porque mi hermana quería ir a El Cairo a saludar a un amigo, un señor ya mayor, que conoció a los 15 años en la Capilla Sixtina".
Luego de esa visita, la mamá y hermana de Ortiz de Pinedo se trasladaron a Atenas y compraron el primer vuelo de Egypt Air, al que también abordó el grupo de terroristas que secuestró el avión.
"Sin que nadie supiera venían también unos guardias cuidando el avión, de civiles", narró. "Los guardias trataron de defender el avión, se arma una balacera dentro, algunos balazos rompen vidrios, las ventanillas se rompen y el avión no tenía combustible porque era el último viaje.
"Los secuestradores querían ir a Libia, pero nadie los quería recibir para cargar combustible, los pilotos ya desesperados en la noche decidieron bajar a costa de lo que fuera en la isla de Malta, pero nadie quería comprometerse, nadie quería darles pista, apagaron el aeropuerto con tal de que no aterrizaran".
Finalmente, el avión logró aterrizar con la ayuda de dos pilotos de otras aerolíneas que con sus aviones iluminaron la pista de aterrizaje.
Ya en tierra, los secuestradores pidieron combustible, pero las autoridades sólo accedieron a darles agua y comida a los pasajeros a cambio de que fueran liberados.
"Los secuestradores dijeron: 'que bajen a cambio de esa comida las mujeres árabes' y se coló una muchacha judía y la descubrieron y le dieron un tiro y la asesinaron. Las autoridades brincaron y se acabó el trato.
"Hay unas escenas dramáticas, tremendas, en donde llevaban a los pasajeros, los ponían en la puerta de un jet enorme, les disparaban y los tiraban desde arriba".
El actor, que en ese entonces tenía 37 años, dijo que un comando egipcio entró a la cabina del avión usando bombas, lo que provocó que los terroristas respondieran de la misma manera, desencadenando una balacera y un incendio.
"Los terroristas respondieron con bombas incendiarias y el avión se incendia y empieza una balacera dentro del avión. De los 90 y tantos pasajeros, 80 murieron, entre ellos mi madre y mi hermana", recordó.
EMBAJADA MEXICANA NO PUDO AYUDARLE
Cuando sucedió la tragedia, Ortiz de Pinedo estaba ofreciendo la segunda función de la obra Cena de Matrimonios, en la Ciudad de México y en el intermedio su representante le contó lo que estaba sucediendo.
"Corrí, le marqué a mi hermano. Le dije habla a TV Azteca, yo mientras hablé a Televisa para averiguar algo; pero la noticia era muy vaga", recordó. "Y dan tercera llamada para el segundo acto y me meto a escena.
"El drama ya se sabía en todos los camerinos; terminó la función, en la última escena de llanto todo el mundo llorando y salí de ahí y me fui corriendo a Televisa a que me mostraran las escenas de las personas que habían logrado bajar del avión, y no estaba mi familia".
El productor contó que en esa época le resultó muy difícil establecer comunicación con la embajada mexicana en Egipto, de donde recibió como respuesta: "no tenemos recursos, no podemos hacer nada", y quien le ayudó fue el Embajador de Egipto en México.
"La línea aérea maltesa me exigía visa y el piloto que oyó mi problema dijo: 'yo me hago cargo de este hombre', porque ya era un caso mundial. Llegué a Malta y empezó la odisea de averiguar en dónde estaban los cuerpos de mi mamá y mi hermana.
"Es algo inenarrable, no puedo comprender cómo puede ser tan grande la crueldad humana. Luego resulta que ninguna línea aérea quería llevarme a México con los cuerpos y se armó tal escándalo que en un salón de belleza la señora Paloma Cordero de la Madrid (esposa del entonces presidente mexicano Miguel de la Madrid) escuchó lo que sucedió y le dijo a su esposo el Presidente".
"Luego de una odisea de cuatro días logré que un avión me llevara a Roma, hasta que el embajador de México en España me ayudó a viajar a Madrid y de ahí Aeroméxico me trajo a México".
Al llegar al país, Ortiz de Pinedo se molestó en el aeropuerto al ver que lo recibieron soldados y autoridades mexicanas cuando en su momento no lo ayudaron.
"Creo que insulté a todo el mundo y lo único que declaré fue: 'ojalá y esto que me pasó a mí no le pase a otras personas'", puntualizó.
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