Una de las figuras más emblemáticas de la televisión mexicana es el actor, director y productor Ernesto Alonso, quien a 15 años de su muerte, aún es recordado y respetado por gente que trabajó con él, como Eduardo Yáñez.
Invitado en el programa de Adela Micha, La Saga, el actor contó que quien dirigió telenovelas desde 1959, como Cumbres Borrascosas, Corazón Salvaje y Maximiliano y Carlota, despertó una fuerte admiración y enamoramiento en quienes trabajaron con él.
El propio Eduardo ha vivido toda su carrera con el rumor de una supuesta relación sentimental que vivió con Alonso, cuando él tenía 23 años y el productor 66, algo que el actor ha negado rotundamente. Sin embargo, no niega que sintió otro tipo de amor hacia éste.
"Era un enamoramiento con este hombre que yo en lo personal amé muchísimo, hizo por mí muchísimo y siempre mi ilusión fue tratar de pagarle de regreso con las expectativas que él tenía en mí como actor. Y me volví muy amigo de su familia".
El actor, quien participó en telenovelas como El Maleficio, Senda de Gloria y Yo Compro Esa Mujer, bajo la producción de Ernesto Alonso, detalló que no sólo los actores disfrutaban trabajar con él, también los técnicos, quienes nunca aceptaron ofertas laborales de otros productores.
"(La comida) Era de primera, en eso no escatimaba, (hacía) que su equipo de trabajo estuviera bien hospedado, bien comido y bien tratado", dijo. "Había un técnico, Marcelino Flores, era un editor y floor manager. Quiso tanto a Ernesto que le ofrecieron no sé cuántos productores irse con ellos y nunca se fue. Lo mismo el director de cámaras, el iluminador, el de sonido, el apuntador".
Además, el productor velaba por el bienestar de su equipo y contó que cuando algún actor le pedía algo, él buscaba la forma de conseguirlo.
"Con los actores era maravilloso. Llegaba un actor con una queja de que 'ay, Ernesto, flaquito, me pasa esto'. (Alonso respondía): 'cómo no, inmediatamente', pero así (dijo tronando los dedos).
"Donde se paraba ese hombre era como luz, iluminaba la pinche calle, yo lo vi compartir con gobernadores, con el expresidente tal… había épocas que la lana de las locaciones se la ponían los gobernadores (le decían): 'A ver señor Alonso no le vamos a cobrar esto, no le vamos a cobrar aquello, no le vamos a cobrar lo otro; puede usar la plaza, le presto al Ejército', nunca he visto ese tamaño de respeto a una persona de parte de instituciones que no tienen nada qué ver con la actuación", reveló Yáñez.
Y obviamente la cercanía también la tuvo con Emilio Azcárraga, quien fuera cabeza de Grupo Televisa, a quien le obsequió una casa.
"(Emilio Azcárraga) todo lo que pedía, le concedía. La Casa de Las Campanas, que era del señor Alonso, se la regaló a don Emilio", contó.
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