Michael Rivera, alias Mike, el hijo mayor de Jenni Rivera, se gana la vida pintando letreros para negocios en Los Angeles, y no sé si le esté yendo mal, pero en su cuenta de Instagram acaba de solicitar trabajo a quienes estén interesados en contratarlo.
A mí la verdad me da gusto que salga adelante este chico, uno de los hijos de la fallecida cantante que menos han hecho ruido en los medios (claro, pagó su cuota hace como 6 años, cuando fue arrestado en dos ocasiones y acusado de tres delitos, incluyendo tener relaciones sexuales con una menor de edad).
El caso es que ahora los años han pasado, Mike tiene una niña cuya crianza no ha sido nada sencilla, pues hasta donde me enteré es padre soltero, él la cría y además la niña padece de autismo.
Por eso me da gusto que este chico haya enderezado su camino y se gane la vida honradamente pintando letreros. Quizá no sea muy glomuroso como el oficio de cantante que están siguiendo sus hermanas, pero le ha echado ganas y ha puesto ya su propio negocio con otros amigos.
Ojalá encuentre trabajitos y le vaya muy bien, porque todos los trabajos son dignos cuando se hacen con honradez.
Johnny: ‘Soy bisexual’; Rosie: ‘No estoy de acuerdo’; y Juan Rivera: ‘¡No sean metiches!’
Oooo