Todo este circo mediático que se ha hecho en torno a la muerte de José José no le hace bien ni a su memoria, ni a sus millones de fanáticos, ni a sus hijos, que en estos momentos deberían estar unidos.
Ojalá y Marysol y José Joel se dejen de peregrinar por funerarias acompañados por un séquito cámaras y vayan a tocarle la puerta a su hermana. Y que Sarita no les oculte el paradero de su padre y les conteste el teléfono para que no siga ella misma avivando el fuego de la especulación.
Éste sería el mejor momento para demostrar que entre ellos no hay mezquindad, avaricia o rencor, que no son como otras familias que una vez que muere el ídolo, se atacan entre ellos desgarrándose los corazones.
Es momento de acordarse del cariño que algún día se tuvieron como hermanos que los une la sangre y el amor a su padre.
Y que los hijos mayores comprendan que por los últimos 24 años, Sara Salazar fue la última esposa de su padre, y como la viuda que es, ella es quien toma las decisiones del funeral de su marido.
Y si no es capaz de hacerlo porque no quedó bien del derrame cerebral que sufrió, su hija es quien decide si lo hace en lugar de su madre, o si involucra a sus medios hermanos en ello.
Hay que honrar la memoria de José José, dejarlo descansar en paz, y para ello los tres deben olvidar sus problemas o malos entendidos, por lo menos durante estos días.
Ojalá tengan la disposición para hacer una tregua y así poder centrarnos todos en despedir a un ídolo que sólo quería ser recordado por dar amor a través de sus canciones. No por chismes ni linchamientos en redes sociales.
Nosotros también ayudemos. Si la familia ya se encuentra destrozada, no se vale destrozarla más.
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