Ahora que acaba de pasar el Día del Padre, Alan Tacher recordó los duros momentos que vivió con el suyo, quien pese a que lo reprendía dándole una ronda de 10 cinturonazos, reconoce que al ponerlo en la balanza, fue un padre atento y cariñoso.
En La Entrevista con Yordi Rosado para su canal de YouTube, el presentador de Despierta América de Univision reconoció que él y sus dos hermanos eran tan traviesos, que recibían unas "buenas madrizas" de su padre, don Alejandro Tacher, quien en 2017 murió a los 72 años de edad.
Alan Tacher dice que él y sus hermanos Erick y Mark fueron educados por su padre con mucho cariño, pero también con buenos cinturonazos. Foto: Mezcalent
Tacher contó que así como su padre lo educó a base de golpes, éste y sus 11 tíos eran reprendidos por su abuelo de una manera más fuerte: pegándoles en las plantas de los pies con ganchos de madera.
Pero a él y a sus hermanos Mark y Erick don Alejandro los castigaba, cuando cometían fuertes travesuras, dándoles cinturonazos en las nalgas.
"Hacías algo malo y sabía que me iba a ir mal porque me llamaba por teléfono, me la cantaba, y me decía 'vas a ver cuando llegue, te voy a dar 10', y llegaba y yo empezaba a correr alrededor de la mesa, él me perseguía y me decía 'te vas a cansar' y sí... nos dejaba las nalgas cuadriculadas".
Alan reconoce que él y su hermano Mark a veces hacían cosas que merecían un castigo severo de su padre, don Alejandro Tacher. Foto: Instagram / alantacher
Lo que su padre nunca imaginó es que como le anunciaba a Alan que le daría cinturonazos al llegar a casa, éste ideó la forma de aminorar el dolor en el trasero.
"¿Te acuerdas de estos discos de vinyl de los chiquitos (de 45 revoluciones), pues me los ponía en las nalgas, y sí alivianaban, y no se daba cuenta, era un gran truco y funcionaba".
Alan le dijo a Yordi que aún y cuando les pegaba, esos momentos fueron superados por el inmenso amor que su papá les dio. Incluso dijo que es la persona que más ha amado en su vida.
El presentador dice que podría aguantar 25 mil cinturonazos más con tal de volver a tener vivo a su padre. Foto: Mezcalent
"Era muy atento con todos sus hijos. Te llamaba todos los días, y ya sabes como son los adolescentes, yo le decía 'ya no me hables', así me lo hacen ahora mis hijos, (pero) cuando mi papá empezó a enfermarse y me dejó de hablar, dije 'algo está mal'".
"Hoy no sabes cómo extraño que me hable por teléfono, porque lo extraño... Fue el mejor papá, ha sido el mejor papá, podría recibir otros 25 mil cinturonazos si me dijeran que lo podría tenerlo aquí a mi lado...", expresó sin terminar la frase por el sentimiento a flor de piel.
