La tarde del 15 de julio de 2021 fue el inicio del cambio de vida del actor Juan Pablo Medina, pues un fuerte dolor de estómago lo llevó al hospital en donde días más tarde tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles: que le fuera amputada una pierna.
Hoy, ocho meses después, Juan Pablo Medina se presenta ante el público con su prótesis definitiva, la que se ha convertido ya en su nueva compañera de vida. En la edición mexicana de la revista GQ, contó lo que realmente sucedió aquella tarde.
"Me encontraba en llamado, grabando en un hotel, y de repente me empecé a sentir mal del estómago. Llamé al médico de la producción, pero sentía la presión de no dejar parada la filmación por respeto al resto del equipo. Sin embargo, el dolor fue a más", recordó.
El proyecto en el que trabajaba era su primer protagónico en televisión, Horario Estelar, al que quería volver cuanto antes sin tener idea que su situación médica se complicaba conforme avanzaba el tiempo.
"En un inicio, el equipo médico pensó que se trataba de una intoxicación. De ahí pasaron tres o cuatro días de los que no recuerdo casi nada... y de repente despierto y estoy en una cama de sanatorio, volteo y me veo rodeado de cables y máquinas", dijo.
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Luego de varios estudios, los médicos le encontraron coágulos en el intestino y en las piernas; el diagnóstico: infarto silencioso.
Así que para quitarle los coágulos, el actor de series como Soy tu Fan y La Casa de las Flores, y de las películas Volverte a Ver y No Sé si Cortarme las Venas o Dejármelas Largas, entre otras, fue sometido a varias intervenciones, pero aun así su situación seguía siendo delicada y anímicamente él "estaba muy encabronado".
Fue su novia, la actriz colombiana Paulina Dávila, quien logró tranquilizarlo al recordarle que era muy afortunado de seguir con vida, pero que para salir adelante era importante que se mantuviera positivo, sin saber que las cosas se pondrían peor.
"Después de una cirugía para extraerme los coágulos, mi cuerpo empezó a no responder del todo bien. Me encontraba en una situación grave. Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación.
"Yo aposté por vivir. Reuní a mi familia y les transmití que aceptaba. Todos me apoyaron. No había otra opción. No había vuelta atrás", confesó en la entrevista.
Y también recibió apoyo terapéutico con el que hasta la fecha continúa, y que le sirvió no sólo para atravesar el proceso de la amputación de la pierna, sino también en aceptar el uso de una prótesis.
"Cuando me dijeron que me iban a amputar, lo primero que me vino a la mente es que mi vida, como la llevaba, se había terminado. Es ahí cuando te preguntas qué vas a hacer y cómo será el cambio. Lo que yo quería era simplemente vivir y a partir de ahí empecé a pensar de manera positiva".
Su novia Paulina fue la que le ayudó a encontrar la prótesis mecatrónica que hoy utiliza y con la que incluso ya pudo jugar tenis.
"Mi rehabilitación es un proceso que lleva su tiempo. Ha sido un procedimiento tardado, pero yo quiero hacer todavía mucho más y esto requiere tiempo, dedicación y paciencia. Yo pensé que en chinga caminaría con la prótesis, pero no es así. Estoy reaprendiendo. A veces el muñón duele, pero ahí vamos", contó.
Hoy Juan Pablo Medina está enfocado en recuperarse física y mentalmente y poder ayudar a otros con su ejemplo porque "quiero disfrutar de lo que sí gané, que fue vivir, que importa más que lo que perdí".
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