Les cuento que con el humor que la caracteriza, Jacky Bracamontes dice que se sometió a "hojalatería y pintura", pues explica que después de cuatro embarazos, dos de ellos dobles, su cuero quedó hecho "un desastre".
Como ha amamantado a 5 niñas, le tuvieron que reconstruir los senos. De una vez le quitaron una hernia que tenía en el ombligo y al analizarla, el médico le dijo que debía coserle los músculos del abdomen, porque con los embarazos se abrieron y despegaron de la piel, lo que hacía que sus órganos estuvieran muy expuestos, sin protección.
O sea que aunque hiciera 200 abdominales diarios, nunca se le iba a formar un abdomen plano porque tenía los músculos abiertos, explicó.
Y ya estando en el quirófano, donde por cierto duró 7 horas, el médico le hizo una liposucción en los gorditos de la espalda.
Lo malo fue la recuperación, que resultó dolorosa, porque durante toda una semana su cuerpo estuvo drenando líquidos. Además que batallaba para dormir porque la operaron por el frente y por la espalda.
Los dolores que sentía y el show para bañarse eran también muy incómodos.
"No me quiero operar por gusto nunca más", dijo la actriz, y aclaró que no se aumentó los senos, sólo se los reconstruyeron porque los tenía caídos por tanto amamantar.
Jacky regresó a grabar su programa Netas Divinas, y ahí fue abordada por la prensa. Y aunque dijo que estaba un poco agotada porque aún sigue en recuperación, viajaría a Miami para conducir La Voz.
Comentó que el doctor le dijo que el resultado final se verá hasta dentro de seis meses, y que se lo quiso hacer como un regalito para ella misma, que es quien todos los días se ve al espejo.
Fajada de todo el cuerpo, esta es la entrevista completita que Jacky le dio a los medios.
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