Con los asistentes virtuales y los chatbots capaces de simular interacciones humanas significativas, la Inteligencia Artificial (IA) ha evolucionado mucho más allá de ser una acertada fuente de información para el usuario común y corriente.
Parece que algunos humanos son capaces de formar conexiones emocionales profundas con la IA, pero a esto yo no lo llamaría AMOR, ni siquiera romántico, porque el amor busca la reciprocidad y la IA sólo puede fingirla.
Además, el amor procura la felicidad y el bienestar del otro y el usuario de la IA no puede hacer nada que bendiga la vida de la Inteligencia Artificial, porque, para comenzar, ella no tiene vida. Es una relación complementaria, asimétrica, unilateral, en la que la IA da y el usuario sólo recibe.
Pero si las cosas siguen por este absurdo camino, en un futuro cercano seremos observadores de la DESHUMANIZACION DEL AMOR.
¿Por qué hay entonces gente que pareciera enamorarse del chatbot con el que interactúa diariamente? Por tres razones fundamentales:
1) Por un fenómeno que se conoce con el nombre de Antropomorfismo, la tendencia a atribuir características, emociones e intenciones humanas a entidades no humanas. Cuando la IA exhibe comportamientos, respuestas y estilos de conversación que recuerdan a las características de la personalidad humana, la gente la percibe como si tuviera personalidad propia.
Esto puede incluir cualidades como la empatía, el humor, la amabilidad e incluso la diversión, que naturalmente suscitan afecto y cariño por parte del usuario.
Las interfaces de IA a menudo incorporan elementos de diseño que imitan las señales sociales y los gestos humanos, como las expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje corporal.
De hecho, un estudio de 2023 encontró que las caras generadas por IA ya son indistinguibles de las humanas. Tales señales pueden aumentar la percepción de humanidad de la IA y evocar respuestas emocionales de los usuarios.
El antropomorfismo parece difuminar las líneas entre lo humano y la máquina. A medida que los humanos participan en conversaciones y actividades con la IA a lo largo del tiempo, pueden comenzar a atribuir, a la tecnología, intenciones, motivaciones y sentimientos similares a los humanos.
Los chatbots también pueden hacernos sentir amados al ofrecer una compañía constante y aliviar los sentimientos de soledad.
2) Por otra parte, la capacidad de mostrar empatía es esencial para promover la cercanía en las relaciones y la Inteligencia Emocional la posee. La IA ha sido equipada para entender, interpretar y empatizar con una variedad de respuestas humanas, atendiendo nuestra necesidad de ser amados, validados y comprendidos.
Esta capacidad emocional le permite simular interacciones interpersonales similares a las humanas, lo que puede hacer que los usuarios sean más propensos a apegarse a estos sistemas.
3) Los individuos también pueden PROYECTAR sus propios deseos, necesidades y fantasías en la IA, imaginándola como una pareja o compañera idealizada que satisface constantemente sus necesidades emocionales, sociales o incluso románticas.
Hay muchas características prometedoras en los androides sintéticos que pueden hacer de ellos buenos compañeros, incluyendo características corporales atractivas, carácter altruista y devoción continua.
Cuando la IA se convierte en una fuente de consuelo o de compromiso romántico, empieza a influir en la percepción que las personas tienen de las relaciones reales. Esto trae consigo expectativas poco realistas, menor motivación social y problemas de comunicación con las personas reales.
Se genera una relación de DEPENDENCIA, un tipo de relación que fomenta el apego a entidades que carecen de una comprensión auténtica de las emociones humanas.
Mientras las relaciones humanas nos desafían, nos confrontan y nos hacen crecer, con la IA estas oportunidades de crecimiento se pierden, ya que no hay conflicto ni cambio real en la dinámica de la relación. El usuario permanece en una zona de confort emocional que no favorece su desarrollo personal.
Así que, por favor, no te apegues sentimentalmente a tu asistente virtual.
La Doctora Cecilia Alegría, la Doctora Amor, es experta en el área: El tema de la tesis de su Maestría es sobre el fenómeno del Online Dating, además de haber publicado 2 libros bajo el mismo tema, y fundar y dirigir el Club de Solteros Cristianos con sede en el Sur de Florida.
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