Con una fiesta en familia y con todas las medidas de seguridad por la pandemia que vivimos, el pasado mes de agosto fue celebrada en su rancho de Zacatecas doña Flor Silvestre, quien hoy falleció, pero en ese entonces estaba cumpliendo 90 años.
Ya se imaginarán que aunque fue algo familiar, su hijo Pepe Aguilar se lució consintiendo a su madre con una fiesta bien bonita, con arreglos florales preciosos y fotografías gigantes de esta gran figura del cine mexicano.
Sus nietas Ángela y Aneliz ayudaron a decorar y hasta a diseñar el pastel, con bellas flores de dulce. Y el que por cierto doña Flor tuvo que apagar las velas con su abanico de mano ?
Por cierto, cuando ya le iban a traer el pastel, pidió le primero le trajeran su lápiz labial para posar bien coqueta al apagar las velas.
El malvado de Pepe dijo que apagar las velas con el abanico había sido suficiente ejercicio del día para su mamá.
Y tras escuchar eso, doña Flor aprovechó para darles las gracias diciéndoles: "Gracias, hijos míos, puros hijos de su madre".
En silla de ruedas, la festejada fue llevada a ver el menú, y entre los tantos platillos que se realizaron para la ocasión, destacó una paella bautizada con su nombre y decorada con flor de calabaza.
La actriz y cantante, vuida de don Antonio Aguilar, andaba contentilla porque tomó unas bebida con un toquesito de vino. Y ella casi no toma, dijo Pepe, pero ahora lo hizo porque la ocasión lo ameritaba.
¡Muchas felicidades a doña Flor Silvestre!
ASÍ FUE LA CELEBRACIÓN DE DOÑA FLOR SILVESTRE
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