Con una infancia vivida en un penal de la Ciudad de México, popularmente conocido como El Palacio Negro de Lecumberri, teniendo como amigos a los presos y de pretendiente de su madre a un asesino, es como Eduardo Yáñez creció durante sus primeros años.
En una entrevista con Pati Chapoy para su canal de YouTube, el actor de 63 años contó detalles de su infancia, cuando su madre María Eugenia Luévano fue celadora penitenciaria para sostener a su familia, lo que la llevó no sólo a tener una fuerte educación disciplinaria con él, sino también a llevarlo a su lugar de trabajo.
"Mi mamá era guardia de la prisión y tenía una disciplina muy militar, era la manera que ella conocía de hacerlo y yo como hijo obedecía", recordó. "Prácticamente crecí ahí, de los 6 a los 12 años, menos los días que mi mamá salía de descanso que nos íbamos a un departamentito que teníamos".
Tan hizo su vida ahí, que el actor recordado por su participación en telenovelas como Destilando Amor y Amores Verdaderos, dijo que en la cárcel lo operaron de las amígdalas y que jugaba con los reos; uno de ellos pretendiente de su mamá.
"(Jugaba) Con las presas y los presos, era muy especial, todos me veían como una curiosidad, me trataron muy bien, conocí gente muy interesante", compartió. "A un cuate le gustaba mi mamá y a la hora de la comida yo me sentaba a comer con él y mi mamá tenía que venir por mí.
"Muy guapo el hombre, muy alto y muy fuerte. Él me contaba que estaba ahí porque mató a su mujer porque la agarró con otro hombre en la cama, y los mató a golpes; era cinta negra, karate, tremendo, un tipazo".
Eso sucedió cuando el actor tenía 8 años de edad, por lo que al conocer la historia del recluso se convirtió en alguien a quien admirar.
"Se volvió como mi héroe el tipo… Yo decía un hombre ofendido en su honor es capaz de eso y más y tendría la razón", recordó. "Me divertía mucho con él, me enseñó a jugar ajedrez, damas chinas, me platicaba cuentos, la pasaba muy bien, lo admiraba como alguien superior, muy heroico".
Finalmente, su madre se casó con el entonces director de la cárcel y Eduardo dejó de ir al lugar porque María Eugenia dejó de trabajar.
"MI HIJO SE IBA A VOLVER UN INÚTIL"
Respecto a su hijo Eddy Yáñez, el actor comentó que desde que se distanciaron en 2017 no se han vuelto a ver, y consideró que ese alejamiento resulta beneficioso para su vástago.
"Yo creo que después de darle todo sin medida, lo cual le hizo mucho daño, nuestro punto de separación lo hizo a él ser independiente, casarse, tener un hijo, ser responsable.
"Yo creo que el mejor regalo que yo le di a mi hijo fue separarnos, suena amargo pero qué bueno que sucedió, porque a lo mejor yo hubiera vivido engañado mucho más tiempo y le hubiera hecho mucho más daño a él, porque los años hubieran estado pasando y se iba a volver un inútil".
Hace siete años el actor acusó a su hijo Eddy de haber tomado dinero de su cuenta de ahorros y tras poner tierra de por medio y no volver a verse, reconoció que le gustaría conocer a su nieto, pero que evita hacerlo porque lo considera una hipocresía.
"Mi hijo debe de tener ahorita 32 años. No (lo veo porque) hubo diferencias entre nosotros, tomó cosas que no debió tomar y me desenamoré de mi hijo, y tuvimos una discusión muy fuerte que nos separó hasta ahorita.
"No (conozco a mi nieto), sí me encantaría, pero creo que volver a relacionarme con mi hijo después de lo que pasó sería una hipocresía de mi parte y no sería en beneficio de él", le comentó a Chapoy.
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