En 2002, Laura Zapata y Ernestina Sodi fueron secuestradas por un grupo de hombres armados, que si bien iban por la actriz, al ésta mencionar que la recién fallecida escritora era su hermana, terminaron llevándose a las dos, suceso que terminaría con el distanciamiento entre ambas por casi 20 años.
En 2006 Ernestina publicó el libro Líbranos del Mal, en el que narraba lo que vivió durante su secuestro, en tanto Laura montó una obra de teatro titulada Cautivas, en la que recreaba su versión, incluyendo que la habían liberado antes que a su hermana para acelerar el pago del rescate de 5 millones de dólares que pedían que pagaran Thalía y Tommy Mottola.
En 2010, Gustavo Adolfo Infante invitó a su programa de radio a Ernestina Sodi para hablar de su libro, y ahí enlazó a Laura Zapata, quien ya para entonces era tachada por varias personas como la culpable de que se llevaran también a la escritora e historiadora aquella noche del 22 de septiembre de 2002, cuando iban saliendo del Teatro Manolo Fábregas de la Ciudad de México.
Ahora, tras la reciente muerte de Ernestina, Infante revivió en su programa de televisión De Primera Mano aquella conversación que se tornó en discusión y reclamos entre las medias hermanas.
En aquella charla telefónica, Laura dijo que se encontraba "sorteando la maledicencia de las personas", mencionando que había visto en un puesto de periódicos un titular que la culpaba del secuestro de su hermana.
"Es un acto criminal quien diga que yo quise lastimar a mi hermana Ernestina", comentó Laura, siendo interrumpida por ésta.
"Totalmente yo estoy de acuerdo, yo te lo dije hermana, que jamás mi intención fue lastimarte o faltarte al respeto. Pero nunca pensé que pasara esto, de todo lo que yo hablé en el libro sacaron esto como en un enfrentamiento, y por eso yo te hablé pidiendo que nos uniéramos y que diéramos un cese al fuego", expresó Ernestina.
"Hemos sido víctimas, hemos estado muy lastimadas para que siga todavía una controversia de nuestras personas, que no nos han dado tiempo a nosotros de cicatrizar", agregó.
Laura insistía en que es un "acto criminal" el que alguien diga que ella prohibió que su hermana saliera del secuestro. "Es algo que yo no voy a permitir", aseguró la actriz.
"Estoy totalmente de acuerdo en que jamás lo hiciste con esa intención y yo te propongo...", expresó Ernestina, siendo interrumpida por la villana de las telenovelas.
"Es que perdóname, yo dije que tú eras mi hermana porque creo que eres mi hermana ¿no?, pero que yo dije 'no la dejen ir, es mi hermana', eso es una verdadera falsedad".
"Y lo digo en mi obra de teatro, 'es mi hermana', pero el tono que se le da es casi casi como si soy la Malvina o Dulcina (villanas interpretadas por Laura Zapara en María Mercedes y Rosa Salvaje, respectivamente)".
No era justo, agregó Laura, que se le tildara de querer lastimar a su propia sangre, siendo ella también víctima de aquel secuestro.
"¿Lo liíste?", le pregunta Ernestina, refiriéndose a su libro. Laura responde que no, a lo que la escritora le intenta aclarar que nunca dijo tal cosa de ella, pero la actriz la increpa diciéndole que su relato "se ha transcrito en muchísimos medios: 'ella gritó: no la dejen libre, es mi hermana'. Y eso es una mentira.
"Tú, tocándote tu corazón, con la mano en el corazón, TÚ que tienes a Dios en tu pecho, sabes que eso es una mentira. Yo dije: 'es mi hermana'. Oye pero no lo dije para lastimarte, yo también estaba secuestrada, yo también estaba temerosa".
Ernestina sólo alcanzaba a decirle: "Yo lo sé, yo lo sé". Pero Laura insistía: "caramba, han hecho un escaño de mi persona y eso es una profunda lástima. Yo no quiero participar en esta violación tan baja en la que han hecho un absoluto escarnio de mi persona.
"Yo considero mi querida hermana, que tú tendrías que darme una disculpa pública y tendrías que decir que eso no es cierto".
Su hermana le respondió que precisamente para eso deberían hacer un frente común, y le pidió ya no oír más cosas.
"Sí", le dijo la actriz, "pero antes requiero públicamente una disculpa a mi persona". La respuesta de la madre de Camila Sodi fue: "no, yo no puedo"... A lo que Laura sentenció: "Entonces no tendremos ningún frente civil".
Pasaron los años y la disculpa de Ernestina nunca llegó. Quizás por eso Laura, en varias entrevistas con la prensa hace unos días, tras la muerte de su hermana, ha repetido una y otra vez: "que Dios la perdone".
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