Una infancia repleta de insultos, gritos, castigos y golpes propinados por su padre, sembraron una semilla de tanto rencor en el actor y cantante Juan Carlos Casasola, que hoy sólo recuerda momentos "monstruosos" a su lado.
Entrevistado por Gustavo Adolfo Infante para el programa El Minuto que Cambió mi Destino, el hijo de la primera actriz Irina Areu confesó que la muerte de su papá fue motivo de fiesta para él.
"Mi madre no congenió con mi papá desde que yo era muy niño y se separaron, yo desgraciadamente fui a dar con mi papá", contó. "Era durísimo, violento. No tengo un momento en que mi padre me haya abrazado o dado un beso. Me golpeaba por cualquier razón.
"Nunca estuvo mi papá en algo que fuera importante para mí… Un día, cuando yo tenía 8 o 9 años, me dijo: 'Tú llegaste en un momento en el que ni siquiera quería tener hijos, eres un hijo no deseado'".
Juan Carlos, quien protagonizó la puesta mexicana de Cats en 2013, recordó que tras una golpiza "terrorífica" propinada por su padre Juan Manuel Casasola, él se levantó y le dijo que cuando creciera lo golpearía igual, recibiendo como respuesta más golpes con el cinturón.
"Fue una infancia muy triste, muy traumática. Recuerdo que yo estaba dormido, (mi papá) llegó, me levantó, me puso tres nalgadas, me aventó a la cama y se salió. Me puse a llorar, me dormí y al día siguiente le pregunté: '¿Por qué me pegaste?’ y dijo: 'Porque yo no sé lo que hiciste durante el día, pero tú sí'.
"No (lo quise) y no lloré (cuando murió). De hecho, estábamos en la funeraria y yo mandé con mis amigos traer unas pizzas, pusimos música, para mí era un día de fiesta. El día que él se murió hicimos fiesta", reveló Juan Carlos.
Y aunque su padre no trataba a sus hermanos como a él, también fue estricto con el menor. En una ocasión, en la cena, su hermano, aún un niño de 6 años, le dijo a su papá que no le gustó el pan, recibiendo la orden de terminárselo todo.
"(Mi hermano) Se vomitó. (Mi papá) Con la mano jaló la vomitada al plato y: '¡Cómetelo!'. Era un monstruo".
Juan Carlos contó que desde su bisabuelo su familia se ha dedicado a la fotografía, incluso es responsable del Archivo Fotográfico Casasola, cuyo compendio es de un millón 500 mil negativos de fotografías captadas desde la Revolución Mexicana, pero como él no quiso seguir ese camino, fue desheredado.
"Mi infancia fue tan infeliz que lo último que se me ocurrió ser fue fotógrafo. Lo primero que quise hacer en mi vida fue futbolista y me dijo: 'Eso es para los nacos, eso es para los panaderos'. Luego quise ser doctor y él: '¿Cómo doctor? Eso te lleva mucho tiempo, son muchos años. ¡Doctor no!'".
En 1982, Juan Carlos fue llamado para participar en el festival Valores Juveniles Bacardí para presentarse en 1983, y al enterarse su padre, lo sacó del testamento.
"Jotos en mi casa no, ni pirujas, ¡aquí no! Te desheredo", contó que le dijo su padre y reconoció que aunque no le creyó, cumplió con su palabra y lo dejó sin legado.
"Eso fue lo que me tocó vivir con él, cuando lo platico con alguien, me dice: '¿No era muy monstruoso eso?'. Pues sí. Yo juré no ser como él", aseguró. Por eso consiente, abraza y besa a sus hijos.
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