En el programa El Minuto que Cambió mi Destino, Aleks Syntek reveló cuál fue para él ese momento que le cambió la vida, llevándolo a dedicarse al medio artístico cuando apenas con 6 años de edad conoció a doña Sara García, a quien vio hacer algo que en ese entonces nadie se hubiera imaginado.
"Yo tenía 6 años de edad y estando en la primaria, mi compañero de banca que era mi mejor amiguito, me invita a su casa a comer y su mamá tenía una agencia de modelos para comerciales de televisión, y le dijo a mi mamá: 'oye, están buscando un niño que salga de nieto de Sara García en los comerciales de Chocolate Abuelita de aquel entonces, en los años 70's'".
"Mi mamá dijo como que 'no, no, no'. Y yo le decía: 'sí mamá, yo quiero salir en la tele'. Y me mandó al casting, y que me eligen. Me acuerdo que (el comercial) lo grabamos en casa de Sara García. Estaba yo ahí sentadito, fascinado porque me encantaba (la telenovela infantil) Mundo de Juguete y todas las películas de cine mexicano donde la veía y decía 'guau'".
En eso, contó al periodista Gustavo Adolfo Infante, ocurrió algo que le pareció muy extraño.
"De repente baja una señora muy linda, una tierna abuelita, se acerca a Sara y le da un beso en la boca, y se da la media vuelta. Yo estaba chiquitito y me quedé así (haciendo cara de asombro) y le dije: 'mamá, ¿por qué se besaron las abuelitas?'. Tenía como 6 o 7 años, y me dijo: 'no, no, es que se quieren mucho mi hijito'. No sabía qué decirme", contó Syntek.
Sara García, según narran varios autores en libros, sostenía un romance con Rosario González, a quien la prensa de aquella época se refería como su "asistente, "mejor amiga", "dama de compañía" y "hermana del alma". Fue a ella a quien heredó todas sus pertenencias al morir.
Syntek agregó que en aquel entonces la libertad de género y preferencia sexual vivían una época de mucho tabú.
Más tarde, contó, grabó otros comerciales, hasta que el productor de uno de ellos lo invita a participar en un programa que se llamaba Rehilete, al lado de Carlos Bionavides, quien lo recomendó con el productor César "El Pollo" González, de Televisa.
Éste metió a Syntek al programa Alegrías del Mediodía, que los viernes era conducido y actuado por niños. Ese sería el preámbulo de lo que más tarde sería el show Chiquilladas, de donde salieron varios talentos de la música y la actuación, como Lucero.
Precisamente Lucero interpretaba a Olivia en sketches de Popeye, donde Syntek hacía el papel de Brutus.
Gustavo Adolfo le preguntó si fue novio de Lucerito, a lo que el cantante de Sexo, Pudor y Lágrimas confesó que sí.
"(Fuimos) Novios inocentes, de besito de Pac-Man. Le di un besito de Pac-Man nada más, y le regalé un Pitufo gigante, me acuerdo".
Años más tarde, trabajando para la misma compañía de discos, se hizo muy amigo de Mijares, quien en broma le decía estar molesto por pretender de niño a la cantante: "Ya sé que tú me andabas rallando mis cuadernos", contó.
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