El 19 de abril de 1994 fue uno de los peores días en la vida de Carmen Salinas, pues en ese entonces su hijo Pedro Plascencia, de 37 años, murió a consecuencia de una dolorosa batalla contra el cáncer de estómago y de pulmón.
Esos siete meses que su hijo vivió con fuertes dolores debido a la enfermedad y las quimioterapias, para ella fueron los más difíciles al grado de sentirse enloquecer.
"Quería que le dieran una pistola porque no aguantaba los dolores. Murió a los siete meses de que le descubrieron el cáncer. Mi nuera le puso música relajante hermosa, yo estaba agachada y el padre me dice 'Carmelita, ya se fue Pedrito'. Caí al suelo desmayada y me pusieron el oxígeno que tenía mi hijo", recordó entre sollozos en una entrevista para Hoy.
Pero hay otro capítulo en la vida de Carmelita de lo que poco se ha hablado: haber sufrido cinco abortos que la colocaron en la postura de no apoyar esta práctica.
"Tuve la desgracia de tener cinco abortos. Yo lloraba mucho y era una tragedia que no los pudiera retener. Aborté uno de siete meses, quería revivir a mi hijo y les decía que me trajeran botellas de agua caliente, pero no sabía que tenía que quitarle las flemas y meterlo en una incubadora y lo vi morir, quería jalar aire, se me murió en las manos y lo alcancé a bautizar con el nombre de Jesús.
"Dime si no es un sufrimiento eso. Yo por eso, en lo particular, no estoy a favor del aborto", agregó en entrevista al programa De Primera Mano.
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