¡Zas!... ¿Ahora sí que nadie se lo esperaba?
Nunca me imaginé que Gabriel Soto respondería, y menos de esta manera, al mensaje que Geraldine Bazán hizo anunciando que su divorcio ya se había oficializado.
Para mi gusto, las palabras de Geraldine no tenían nada de malo. Pedía respeto a los medios, agradecía a todas las personas que la apoyaron durante este difícil proceso, decía que los acuerdos del divorcio no serían revelados, que se hicieron pensando en el beneficio de sus hijas y que ahora iniciaba un capítulo más en su vida.
Pero nada, que Gabriel también decidió manifestarse con un mensaje del motivador Daniel Habif, que suele ser súper contundente y bastante directo, en el que palabras más, palabras menos, critica la forma en que nos hemos vuelto jueces y verdugos en las redes sociales. Hasta ahí está bien. Peeeero, ¿qué quiso decir con esto?:
"Han sido dos años de constantes críticas y juzgamientos acerca de mis decisiones personales. Dos años de ataques para mÍ, para mi entorno. Asumiendo mis responsabilidades, preferí tener un final cordial a una vida diaria sin felicidad ni armonía".
¿Se refería a la falta de felicidad por ser atacado diariamente o por vivir casado con Geraldine?
Muchos están interpretando lo segundo, y si es así, no se vale. ¿Ya para qué? ¿No se supone que uno cierra un capítulo para superarlo y seguir adelante?
Porque de hecho él se congratula de seguir adelante, ya que también dijo:
"Que todos quienes me leen encuentren la paz y la felicidad para su alma, así como yo encontré la mía".
Está bien, ¡qué padre! Bien por él. Pero en su mensaje hay algo más... ¿Por qué tiene qué dirigirse de las mujeres que lo critican como lo que es, una persona pública que reconoció que fue infiel?
"Respeto y admiro a todas las mujeres empoderadas frente a una situación adversa, pero llamo a la reflexión de aquellas que con casa, chofer, nanas, colegiaturas, seguros médicos, vacaciones, tarjeta de crédito y todo pagado, siguen atacando y promoviendo el odio en lugar de acabar con una guerra sin sentido ya".
¿Acaso nos debemos callar la boca si tenemos chofer, seguro médico o tarjeta de crédito? ¿Alguien puede explicarme esto?
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